Hola chicos...
les dejo una parte del articulo sobre Infecciones por bacterias poco comunes y oncogénesis bacteriana,del Doctor Horacio A lopardo, publicado en la revista argentina de microbiologia.
favor leer analizar y enviarme un ensayo de una pagina sobre lo que se estudia en esta información.
Bacterias poco comunes asociadas a enfermedades neoplásicas
Numerosos estudios mostraron que algunos pacientes con cáncer tenían una mayor posibilidad de infectarse con cierto tipo de bacterias. Entre los microorganismos asociados a pacientes con cáncer podemos citar a Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Streptococcus pyogenes, Bacteroides spp. y otros comúnmente aislados en los laboratorios de bacteriología.
Estos microorganismos, sin embargo, se obtienen también y con más frecuencia de otros tipos de pacientes. La recuperación de otros microorganismos más raros podría significar la existencia de algún defecto inmunitario especial. También hay bacterias que son marcadoras de un cáncer no detectado o que afectan más a pacientes neutropénicos que a individuos normoinmunes2. Estas asociaciones son las que discutiremos a continuación.
Anaerobios
Se ha descrito una importante correlación entre Clostridium septicum y carcinoma de colon. Un tumor que se extiende hacia tejidos circundantes puede producir la ruptura de las barreras mucosa y cutánea. En este caso, la inflamación y la necrosis del tubo digestivo producen el sangrado intestinal y la bacteria puede ganar el torrente circulatorio a través de esos pequeños focos. La necrosis tisular producida por el tumor genera una zona de baja tensión de oxígeno, lo que permite la proliferación de C. septicum a partir de sus esporos. La asociación de C. septicum con enfermedades malignas se conoce desde hace ya cuatro décadas, cuando se vio su relación con algún tipo de leucemia, carcinoma de colon y otras enfermedades malignas.
En una revisión de 1989 se incluyeron 162 casos de infecciones por C. septicum. El 40 % de los pacientes tenía alguna enfermedad maligna hematológica y el 34 % tenía un carcinoma colorrectal17. En este estudio se destacó la posibilidad de la asociación de la bacteriemia por C. septicum no solo con carcinoma de colon, sino también con enfermedades malignas distantes de la puerta de entrada.
Si bien ha habido casos de infección postraumática, también se ha descrito y en mayor número (68 %) la infección espontánea.
Otras especies de Clostridium han sido también aisladas a partir de bacteriemias de pacientes con distintas enfermedades malignas: Clostridium perfringens, Clostridium sporogenes y Clostridium tertium,entre las más frecuentes. No obstante, estas especies han sido aisladas también en circunstancias diversas de diferentes tipos de pacientes, mientras que C. septicum ha mostrado una franca asociación con carcinoma y enfermedades oncohematológicas.
Se ha registrado un aumento considerable de infecciones por Clostridium difficile en la última década. En un estudio reciente se vio que el 10,3 % de los pacientes que habían recibido un trasplante autólogo de médula ósea padecieron de enfermedad asociada a C. difficile. La infección por C. difficile estaba asociada a neutropenia y fiebre, administración de una dieta especial para neutropénicos, administración de ciprofloxacina y aztreonam o vancomicina y aztreonam, duración de la antibioticoterapia, recepción de un trasplante alogénico, coinfección bacteriana y colonización con enterococos resistentes a vancomicina. Los receptores alogénicos con enfermedad asociada a C. difficile tuvieron mayores porcentajes de rechazo y de mortalidad no asociada a recaída29.
Bacilos gram positivos aerobios o anaerobios facultativos
Los microorganismos del género Bacillus (esporulados aerobios) son frecuentes contaminantes de las muestras de hemocultivos. No obstante, se han documentado casos cada vez más numerosos de bacteriemias verdaderas por Bacillus en pacientes con leucemia o linfoma. Las bacterias del complejoBacillus cereus han sido descritas como agentes etiológicos de bacteriemias, neumonías, oftalmitis, osteomielitis, infecciones de piel y tejidos blandos, abscesos cerebrales y meningitis en huéspedes inmunocomprometidos2.
Al igual que en el caso de Bacillus, el aislamiento de bacilos gram positivos difteromorfos a partir de hemocultivos por lo general se interpreta como resultado de una contaminación. La presencia deCorynebacterium jeikeium, sin embargo, está claramente asociada a enfermedades malignas, en especial cuando su invasión se ve facilitada por un catéter intravascular (enfermedades hematológicas y tumores sólidos). En un estudio de 13 años en niños con cáncer, se describieron 33 pacientes con aislamiento significativo de difteromorfos. Doce fueron bacteriemias y 8 de los pacientes padecían enfermedades linfoproliferativas. La mayoría estaba recibiendo tratamiento contra su enfermedad de base en el momento de la infección (10/12) y todos tenían colocados catéteres venosos centrales1. Las especies aisladas fueron Corynebacterium striatum (4), Corynebacterium amycolatum (3), C. jeikeium (1), Leifsonia aquatica (Corynebacterium aquaticum) (1), Microbacterium spp. (2) y Leucobacter sp. (1). La aparición de estas infecciones ocurrió en períodos relativamente tardíos de la enfermedad y, por lo general, sin mediar ningún episodio de neutropenia.
Si bien Listeria monocytogenes suele infectar a pacientes inmunocomprometidos, también lo hace a través de fuentes alimentarias en pacientes normoinmunes. Entre las enfermedades malignas más frecuentemente asociadas a bacteriemia por Listeria están las oncohematológicas22.
Rhodococcus equi es un patógeno poco frecuente que tiene como puerta de entrada las vías respiratorias. Su nombre se debe a que comúnmente se asocia a exposición a animales, principalmente equinos. Los pacientes infectados por R. equi son casi exclusivamente inmunocomprometidos2 (pacientes con sida, con enfermedades hematológicas, trasplantados). Las infecciones más frecuentes por R. equi en este tipo de pacientes son la neumonía necrotizante, las ulceraciones intestinales y las linfadenitis, asociadas a problemas en la inmunidad celular24.
Bacilos gram negativos
El espectro de infecciones por Plesiomonas y Aeromonas, además de gastroenteritis, incluye infecciones invasivas: bacteriemia, infecciones de piel y tejidos blandos, infecciones del tracto biliar, etc. Si bien pueden afectar a pacientes normoinmunes, la mayoría de los pacientes con bacteriemia son neutropénicos (< 500 PMN/mm3) y con leucemia como enfermedad de base. En un estudio de 1991 que incluyó pacientes con cáncer y sida, los tratamientos con β-lactámicos, aminoglucósidos, cotrimoxazol y fluoroquinolonas fueron efectivos26.
Las especies de Campylobacter son los agentes más frecuentemente productores de diarrea en niños inmunocomprometidos en la Argentina. En este contexto pueden aislarse especies diferentes deCampylobacter jejuni y Campylobacter coli25. A partir de esa localización pueden producir bacteriemias, y más raramente, infecciones en otras localizaciones.
Capnocytophaga ochracea, Capnocytophaga gingivalis, Capnocytophaga sputorum y Capnocytophaga haemolytica son microorganismos habituales de la microbiota orofaríngea humana. Algunas de estas especies son capaces de producir alteraciones en los neutrófilos, hecho que predispone a las infecciones dentales. También son capaces de degradar inmunoglobulinas14. De esta manera, estas acciones permiten el pasaje de estos microorganismos a tejidos más profundos y al torrente sanguíneo. En huéspedes inmunocomprometidos pueden aparecer complicaciones graves como meningitis, septicemia y endocarditis15,19. Las bacteriemias ocurren especialmente en enfermos neutropénicos que padecen de mucositis o ulceraciones orales inducidas por la quimioterapia.
Capnocytophaga canimorsus y Capnocytophaga cynodegmi son habitantes normales de la microbiota bucal de los perros. En pacientes neutropénicos, las heridas producidas por mordeduras que se infectan por estas especies (especialmente la primera) pueden conducir a bacteriemia y meningitis, con alta mortalidad2. Se han documentado infecciones en pacientes con linfomas, leucemias, mieloma múltiple, etc.
Salmonella es un patógeno primario que puede infectar a pacientes previamente sanos y sin enfermedad de base subyacente. No obstante, las bacteriemias por Salmonella pueden llegar a estar asociadas a linfomas y leucemias. Durante la fase inicial de la infección por Salmonella spp., los macrófagos y los neutrófilos juegan un rol esencial para impedir la invasión y este hecho puede hacer que los individuos neutropénicos sean más vulnerables que los normoinmunes8.
Cocos gram positivos
Las infecciones por estreptococos del grupo viridans frecuentemente se han caracterizado por su baja morbimortalidad, incluyendo la asociada a endocarditis infecciosa después de los ajustes realizados en la década de los 40 para el tratamiento con penicilina. Las bacteriemias en niños con cáncer, sin embargo, han sido causa de altos índices de mortalidad. Estas bacteriemias ocurren frecuentemente en pacientes neutropénicos o en trasplantados de médula ósea3. En este contexto, los estreptococos del grupo mitis son los más frecuentes dentro del grupo viridans. En un estudio argentino de casos y controles se determinó que este grupo era el responsable del 70 % de los casos, y que el 35 % del total de los viridans eran resistentes a la penicilina23.
Se han descrito varios factores de riesgo para contraer bacteriemia por estreptococos del grupo viridans: neutropenia profunda, tratamiento profiláctico con antibióticos (cotrimoxazol o quinolonas), quimioterapia con altas dosis de citosín arabinósido y presencia de mucositis orofaríngea3,23.
Dentro de los estreptococos del grupo viridans, los del grupo bovis son parte de la microbiota intestinal de un 5 a un 10 % de los adultos sanos. Se diseminan por vía sanguínea desde su nicho ecológico habitual, el intestino, y producen entre un 7 y un 14 % de las endocarditis, además de casos puntuales de meningitis, artritis séptica y endoftalmitis. Actualmente se reconocen diversas especies y subespecies dentro de este grupo sobre la base de sus características fenotípicas y genotípicas.
Es clásica la asociación de carcinoma de colon con endocarditis por S. bovis, en especial por el antes denominado S. bovis I y actualmente designado con el nombre de S. gallolyticus subsp. gallolyticus10. En un trabajo se demostró que S. gallolyticus subsp. gallolyticus era portador de factores de virulencia que permitían su invasión al torrente circulatorio a través de lesiones colónicas premalignas, su evasión de los mecanismos innatos de inmunidad del paciente y la formación de vegetaciones en sitios ricos en colágeno4 (válvulas cardíacas dañadas y sitios precancerosos con desplazamiento de epitelios).
A pesar de estas evidencias experimentales, el tema todavía es motivo de debate. Se publicaron algunos trabajos que negaban esta asociación, pero adolecían de errores importantes como la falta de identificación a nivel de subespecies o defectos en la exploración del colon. Es por estas limitaciones metodológicas que, aunque todavía queda cierta incertidumbre, hay un consenso casi generalizado de recomendar la evaluación colónica en todo paciente con bacteriemia por S. gallolyticus subsp. gallolyticus.
Otra bacteria del grupo S. bovis, Streptococcus infantarius, se encontró asociada a bacteriemia en pacientes portadores de cáncer no colónico, especialmente de páncreas e hígado7. Por tal motivo, hay autores que proponen el estudio de la función hepática en caso de hallarse esta bacteria a partir de hemocultivos.
Revisados los casos de bacteriemia por estreptococos β-hemolíticos, en diversos trabajos se notó una mayor asociación de los del grupo G con procesos neoplásicos: de 130 pacientes pertenecientes a 8 series, 54 presentaban algún tipo de cáncer. Los tipos más frecuentes eran carcinomas, incluyendo laríngeos, de próstata, mamarios, escamosos, etc. (N = 18); linfomas (N = 10) y leucemias2 (N = 6).
En una revisión más reciente (período 2000-2011) de bacteriemias por β-hemolíticos en pacientes oncológicos se observó una fuerte asociación de los estreptococos de los grupos B, C y G con la presencia de tumores sólidos (152/188) a punto de partida de piel y tejidos blandos27.
Micobacterias
Desde 1950 se sabe que las micobacterias distintas de Mycobacterium tuberculosis pueden ser patógenas para el hombre. Al principio se las asoció con traumatismos expuestos a la contaminación ambiental. Tiempo después se vio que eran microorganismos oportunistas que infectaban más frecuentemente a pacientes oncológicos o con sida13.
Además de M. tuberculosis, se detectaron frecuentemente Mycobacteriun fortuitum, Mycobacterium chelonae y Mycobacterium kansasii. Se observó que la bacteriemia por M. fortuitum estaba fuertemente asociada a la presencia de catéteres venosos de larga permanencia, especialmente en pacientes leucémicos18.
Alteraciones en las respuestas normales del hombre
La primera de estas acciones puede ejemplificarse con el aumento del riesgo del adenocarcinoma gástrico inducido por Helicobacter pylori o el cáncer de vías biliares inducido por otras especies de Helicobacter o por Salmonella enterica serovar Typhimurium o Paratyphi6.
H. pylori es responsable de hasta un 60 % de los cánceres de estómago. Primero provoca un proceso inflamatorio crónico (gastritis, metaplasia intestinal o displasia) con necrosis celular recurrente y cambios en la diferenciación celular.
La influencia de H. pylori en la oncogénesis es notoria porque el grado de inflamación de la mucosa gástrica depende de la concentración de estas bacterias, y la erradicación de H. pylori determina el descenso en los niveles de 8-hidroxi-2-desoxiguanina, un reconocido mutágeno. Además, la presencia de no todas las cepas de H. pylori es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer. Algunas de ellas producen la proteína CagA, la que al entrar en las células de la mucosa gástrica aumenta la transcripción de genes que alteran la estructura celular y aumentan la respuesta inflamatoria, con el consiguiente incremento del riesgo de desarrollar el adenocarcinoma11. Otras especies de Helicobacter (Helicobacter bilis y Helicobacter hepaticus) pueden colonizar la vesícula biliar y algunos estudios las asocian con cáncer de vías biliares16.
Salmonella enterica serovar Typhimurium o serovar Paratyphi son agentes causales de diarrea bacteriana. El estado de portación biliar se ha ligado con la posible inducción del cáncer de vías biliares. Un estudio demostró un riesgo más de 100 veces superior en portadores respecto de no portadores5.
Como se dijo previamente, la asociación de la bacteriemia por estreptococos del grupo bovis y el cáncer de colon ya ha sido comprobada. El hecho de que algunos pacientes que sufrieron bacteriemias por estreptococos del grupo bovis hayan desarrollado después cáncer de colon despertó la idea de que estos microorganismos podrían ser oncogénicos.
Se ha observado que pacientes con bacteriemia por estreptococos del grupo bovis que inicialmente no presentaban patología colónica, con el tiempo la desarrollaban. Además, se ha comprobado que los estreptococos del grupo bovis y sus antígenos pueden promover el progreso de lesiones preneoplásicas en la mucosa colónica de animales de experimentación9.
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